La mesa Cundinamarca, 22 de abril de 2022
Hola madre tierra.
He escuchado que algunos hombres están estudiando el universo para encontrar otra tierra para trasladarnos a su suelo.
Quiero en esta carta expresar mis sentimientos, mi reconocimiento y mi compromiso por ti madre tierra.
Lo primero, me siento el producto de tus elementos, de tu evolución, que han permitido que de ti surja la variedad animal y vegetal que ha vivido por milenios y que en ciclos eternos surgimos y regresemos a ti.
Siempre vivimos en tu vientre a veces frio a veces caliente, a veces húmedo a veces seco, pero siempre con las posibilidades de sustentarnos de ti.
Hago parte de ti, soy tierra, soy agua, soy oxígeno y vengo de ti a través de mis ancestros, y volveré a ti.
Por eso reconozco y valoro todo lo que nos das en los mares y en las montañas, en las selvas y en lo desiertos, en los páramos y las llanuras, en los polos y en los manglares, que en una completa sinfonía has creado la variedad de climas y de suelos que hacen brotar a cada instante la vida.
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Esa exuberancia de colores, de sabores, de sonidos, de vida que tu nos proporcionas nos maravilla a cada instante desde que abrimos nuestros ojos hasta que los cerramos.
Todo esto nos hace posible no solo vivir sino ser felices.
Pero al no percibir y entender esto nos lleva a dañar esa armonía que has creado y las consecuencias de ese daño las estamos viendo con cambios abruptos y peligrosos de climas y daños irreparables a ecosistemas y la extinción de especies animales y vegetales.
En este día reitero mi compromiso a cuidarte como mi madre que eres en cada uno de mis actos diarios haciendo uso adecuado de cada bien que nos das y protegiendo las quebradas, los bosques, los páramos, los suelos, el aire, los mares y además.
Procurando generar conciencia en las personas que me rodean para que te cuiden; así mismo me opondré a prácticas dañinas como el fracking, el envenenamiento de tus suelos con glifosato y otras sustancias toxicas.
La destrucción de ecosistemas de paramo, manglares, lechos de ríos y suelos marinos para la minería y todo lo que atente contra tu funcionamiento y armonía natural, esa que has creado durante millones de años y que éstas practicas ponen en peligro.
Con este compromiso solo devuelvo todo lo que has dado a mis ancestros, y que permitirán ciclos eternos de vida de miles de seres que como hijos dependen de ti y claman una larga vida y que jamás saldrán para otra tierra.
Por: Jorge Forero