Acaban de pasar las elecciones de Senado, Cámara y Consultas presidenciales y me gustaría compartir con ustedes y desde mi experiencia personal, esta crónica de un jurado de votación.
Todo empezó con una decisión. Necesitaba participar como Jurado de Votación y hacer algo mas por este país; vigilar que no se volvieran a cometer esas irregularidades del guioncito ese que mágicamente se convertía en 7 o 1 en los formularios E14 y que le daba la victoria a lo peorcito del país, así que me ofrecí como voluntario sin tener la certeza si me elegirían o no.
La noche anterior a la elección estudié a fondo la información que me envió la registraduría al correo. No quería cometer ningún error.
El domingo llegué temprano a mi lugar citación y lo primero que me sorprendió era la cantidad de mujeres que habían sido seleccionadas como jurado, en comparación con los hombres que éramos muy pocos.
Luego de esperar un rato en la fila masculina nos hicieron pasar para registrarnos, y aquí viene la primera cosa que me chocó; el “culicagado” que tenía delante de mí y que había sido elegido también como jurado dice: -¡Que mamera esto! Ojalá no venga casi gente…-
Este pobre personaje recibió todo tipo de miradas; unas indiferentes, otras cargadas de sorpresa y otras muchas de indignación. Yo solo logré responderle: – Si la gente no sale a votar se jode este país –.
No lo culpo, la indiferencia política de nuestra sociedad ha sido consecuencia de las décadas de expolio y corrupción que los políticos han ejercido sobre las instituciones y el estado mismo. Esta chusma politiquera ha hecho méritos para ganarse esa fama y desconfianza.
Después de esta primera e indignante experiencia, me situé en la mesa asignada y conocí a las cinco personas que me acompañarían durante las próximas ocho horas.
Y luego de designar roles y organizar el material empezamos a recibir a nuestros primeros votantes, como siempre a las 08:00 en punto ya teníamos a las primeras abuelitas que habían madrugado para ejercer su sagrado derecho al voto, el mismo por el que las primeras feministas colombianas lucharon y ganaron en 1954.
La jornada se desarrolló con normalidad, las votantes iban y venían algunas con mas prisa que otras, pero y esto es algo que debo mencionar; gran parte de estas personas se acercaron a la mesa y en realidad no sabían qué era lo que se votaba, no entendían lo de Cámara y Senado y mucho menos el tema de las Consultas.
Todo parecía indicar que venían a ejercer su derecho al voto tan solo por buscar su certificado, un papelito que promete descuentos y horas libres.
Fue muy decepcionante ver la poca educación política que tienen las personas, ni siquiera sabían por quién votar, solo buscaban caras o en algunas ocasiones nos mostraban el volante o la tarjeta que les habían entregado y que venía con el tamal.
Tan solo logro recordar unas pocas personas que en verdad sabían lo que se jugaba en estas elecciones. Recuerdo a la señora Blanca, una mujer de 99 años que con total entereza y lucidez se acerco a votar por su candidato.
También recuerdo una señora que en la tarde se acerco con un discurso cargado de improperios para con los políticos, al principio no estaba segura de solicitar una de las consultas, luego se animó y nos dijo: – ¡Regáleme esa! que quiero ir a decirle en la cara a esos hijue*☠⚡ lo que pienso de ellos. –
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No les voy a negar que nos causó bastante risa, pero también tristeza al ver el resultado de esa política de corrupción y mentira que han ejercido los gobernantes durante décadas. Cuando abrimos las urnas para contar los votos, identificamos plenamente el voto de esta señora; todas las fotos estaban tachadas con rabia.
Y llegadas las cuatro de la tarde se cerraron las votaciones, era tiempo de destruir el material sobrante y organizar y contar los votos realizados.
Ese trabajo lo hicimos con relativa rapidez, lo que si nos costó sangre, sudor y lágrimas fue precisamente llenar los tristemente famosos formatos E14, con sus interminables asteriscos ** que aunque cansones, los escribimos con el gusto y satisfacción de saber que le habíamos dificultado la labor a los corruptos para subirse mágicamente su votación.
Mis compañeras jurado que profesionalmente se dedican a la docencia, decían con cierta amargura: –¡Definitivamente en esta vida todo se paga! Esto nos pasa por ponerle tanta plana a los niños… –
Por Julián Socha
Las columnas de opinión no representan necesariamente la opinión editorial de Mesunos.Org
Magnifica columna que refleja una triste realidad que vive el Pais, falta de Cultura política que permite que la Corrupción reine y siga incrementando la Pobreza y Miseria de nuestros Hermano.
He dado aquí porque quería escuchar experiencias como jurado de votación por si me tocara serlo o si me interesaría serlo por voluntad propia. Saludos!