Esta semana un nuevo escándalo de corrupción sacude a La Mesa, el señor Jairo Reinaldo Benavides gerente del Hospital Pedro León Álvaro Díaz y el almacenista del Hospital han sido capturados por “presuntos” actos de corrupción al interior de la institución.
Unos hechos que se han venido denunciando desde hace tiempo por parte de la comunidad y del Señor Wilson Flórez, Diputado de La Asamblea de Cundinamarca.
Y aunque todo esto era un secreto a voces, aparentemente los politiqueros y corruptos que se han venido beneficiando de chuparle la sangre a nuestro hospital a costa de la vida e integridad de los habitantes de la Provincia del Tequendama, no lograron seguir ocultando sus fechorías, ahora, y con el favor de Dios y la justicia colombiana, les ha estallado esta olla en la cara.
Me alegro que este tipo de ollas estallen y que el escándalo se haga público, pero me entristece sobremanera ver cómo algunos miserables son capaces de robarle la vida a las personas para cubrir sus gustos y sus lujos.
También duele ver como en La Mesa existen diferentes niveles de corrupción y que gran parte de sus habitantes se sitúan en uno u otro.
Porque mis queridos conciudadanos, no podemos olvidar que la ética y la moral es una sola y no se puede matizar en si se roba mucho o se roba poco.
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Somos corruptos cuando nos quedamos con las vueltas por error, también cuando deliberadamente engañamos a las personas cobrando por un servicio que, o no hacemos, o lo hacemos mal.
Somos corruptos cuando destruimos nuestro patrimonio para beneficio particular o por simple mediocridad en la ejecución de nuestro trabajo.
Somos corruptos cuando buscamos por todos los medios ser el avispado o el avión, o cuando aprovechamos los papayazos que nos da algún distraído y lo podemos tumbar.
No minimicemos nuestra acciones negativas intentando compararlas con los grandes golpes que dan las mafias de cuello blanco.
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Lo que debemos hacer en este momento y atendiendo la invitación del Diputado Wilson Flórez, es unirnos como comunidad, presionar y rodear al personal médico del Hospital que también ha sido víctima de estos aberrantes hechos.
Y sobre todo. DEJAR DE PREMIAR A LOS CORRUPTOS, VOTANDO POR ELLOS.
Nuestros dirigentes siempre serán el reflejo de nuestra sociedad.
Así que: ¿Qué sociedad queremos ser?
Por Julián Socha
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