Estamos ad portas de empezar una nueva y sucia campaña política por la carrera a ver quién se queda con los puestos de poder.
Y digo sucia porque todos sabemos que los politiqueros carentes de propuestas, visión y verdadero sentido de pertenencia y servicio, utilizarán las redes sociales para verter todo el veneno que las pústulas de su lengua y corazón les permita segregar.
Difamaciones, chismes, amenazas y sabrá Dios qué más, o qué tan creativos se puedan poner estos personajes carentes de escrúpulos que buscan a toda costa llegar a posiciones de poder, desde donde puedan tener libertad de servirse al pueblo, en lugar de servirle al pueblo.
Porque así funcionan las cosas en la política en Colombia
Los controladores de gasto, o mejor dicho, quien maneja los presupuestos, hacen mañas y trampas por vacíos legales para que ellos siempre se lleven una comisión (su tajada), porque el sueldo que les pagamos con nuestros impuestos no les alcanza para costear su estilo de vida, sus vicios y su codicia.
Las decisiones que toma esta ralea politiquera y traicionera, casi siempre se toman por razones de conveniencia personal (razones políticas, la llaman), pero que van en contra de todo lo que es ético y transparente y de una verdadera función y servicio público.
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En campaña los verán regalando tamales, cerveza, tejas o ladrillos, porque para ellos la democracia y la conciencia es algo que se canjea, ofrecen puestos de trabajo, secretarías u otros puestos burocráticos a cambio del apoyo, influencias, dinero o de votos, y en el caso de contrarios, ofrecen lo que sea a cambio de que se hagan a un lado, según ellos porque así funcionan las cosas en la política.
Pero también están esos ciudadanos que se acercan a esos candidatos a ofrecer su apoyo, votos o dinero, a cambio de un puesto burocrático con libertad presupuestal o a cambio de contratos amañados y amarrados para que sólo ellos puedan cumplir con los requerimientos en los pliegos de licitación, porque así funcionan las cosas en la política.
Incluso la politiquería y el clientelismo, mucho antes que se lleven a cabo las elecciones ya saben quién va ganarse el puesto deseado, son tan descarados que se creen los dueños del Estado y se lo reparten como repartiendo platos de una lechona.
Y cuando llegan al poder, se dedican a trabajar es para su gente, para sus amiguetes y aliados, en vez de trabajar para TODA la ciudadanía, sean afines al gobierno o no. Según ellos, porque así funcionan las cosas.
Pero no señoras y señores, ¡les han estado mintiendo!, porque así no funcionan las cosas, porque una sociedad tan desigual, con semejantes índices de corrupción y de violencia y con tan bajo nivel de educación, nos demuestra que esa forma de hacer política, en realidad ¡NO FUNCIONA!
Así que mi humilde consejo es; no crean en esos politiqueros tradicionales carentes de propuestas, de conciencia de servicio, sentido de pertenencia o sin escrúpulos que pretendan comprar su conciencia.
¿Qué pensarán nuestros ancestros, esos que derramaron su sangre y dieron sus vidas por la libertad de esta nación?
¿Qué pensarán de la forma como hemos prostituido la democracia por la que ellos lucharon?
Por: Julián Socha
Las columnas de opinión no representan necesariamente la opinión editorial de Mesunos.Org
Muy de actualidad sus comentarios, la historia se repite cada cuatro años. Su análisis permite recordar tanta corrupción en el país. Pero faltó algo en ese recuento verídico, decir quiénes son los verdaderos culpables de la llegada al poder de tanto corrupto inescrupuloso. Pues lamentable y triste, los Colombianos.